Nefastas pregunta que afloran a flor de piel, como si se tratara de eso, eso que esta ahí, muerto pero vivo, eso que está ahí, tibio, pero no haces más que caminar, caminar y caminar, pero te vas, no hay nada más ¿no hay nada más? nada que hacer acá ¿ nada que hacer? es el brote inmaduro y borracho, cálido de mi invierno juvenil, nieto y sobrino de ti. No sé que más beber, no sé donde más correr, no lo sé y tu te vas. Fragilidad intensa, intensa y sangrientas cenizas del sol, fallecer es primordial pero no es primordial, aplastar ese rol, caer hacia ti ya es la sombra de la que no te quería hablar ya no es esa ciencia que no deja de andar, esas hormigas prisioneras, malditas, infinitas que por alimento han de clamar, así es la realidad, intensa pero poco intensa, como indefensa, de sonrientes destellos opacos y tristes manos rojas... ¿Pero de que me habla usted? ¿que me quiere decir? entiendo perfectamente y sin embargo trotando a la luz, pero que mal está y ¿como te fue? antes de sal de ahí, no quiero nacer muerto como matando, confusión es el himno de hoy. Relámpagos y truenos verdes de razón pero yo no tengo razón, es mejor largarme y crecer para crecer, es más, ese tenue silbido me hace vivir, ese tenue, opaco y sin corazón.
