He llegado desde alguna parte a parar aquí, ¿aquí? ¿donde es aquí?, la misma pregunta hago para tener una respuesta de donde vengo. He llegado después de estar perdido en nada y prender la luz de la esquina de mi cuarto frío y oscuro, desordenado, agónico, esa lampara que alumbra la superficie de tu nariz aquella a la que le confías la vida y te ilumina una pestaña, mejor no prender nada, o ¿mejor morir en la nada?.
Ese frágil cuartucho al fondo del pasillo el, que me hospeda y me presta un sordo abrigo, el cual indomable he inerte está, aguarda mis pasos para traicionarme en el momento mas ciego y penumbroso de mi caminar, vagando pesares de ayer aniquilando respuestas para dar a luz mas y mas preguntas. He llegado aquí a esperar nada solo vivir, como la maldita palabra lo dice vivir,